Ahora el tema del conteo rápido amenaza con transformarse en un tema muy peligroso.
Cuando Vicente Fox ganó la presidencia en 2000 el anunció se hizo a las pocas horas de que cerraron las casillas; José Woldenberg informó desde la sede del IFE -basándose en el conteo rápido- la victoria del guanajuatense. A los pocos minutos salió el presidente Zedillo a reconocer el resultado, acción que más tarde denostaría el PRI.
En 2006 ocurrió que el entonces presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, no se «animó» a dar los resultados que consideró más cerrados; fue hasta horas después con el conteo muy avanzado, que se anunció al ganador. Aquella noche todo fue especulaciones y teorías sobre lo que realmente estaba ocurriendo en las oficinas del IFE.
Para muchos ese fue el momento preciso en el que se fraguó el mentado fraude y que causó las protestas por parte de Andrés Manuel López Obrador y su equipo.
Según el INE la metodología que utilizará para entregar el mero día, por ahí de las 11 de la noche, los primeros resultados será así:
- Utilizarán la información de las hojas de operaciones donde los funcionarios de casilla anotarán los resultados del conteo de votos
- Sólo funcionará como borrrador antes de que pasen a las actas de cómputo
- En la hoja de operaciones se omitirán los votos que hayan sido depositados en una urna equivocada
Para bien o para mal estamos a punto de vivir uno de los procesos electorales más competidos, más complicados y que más pasiones ha levantado de nuestra historia.
Es brutalmente importante que el INE tenga la absoluta seguridad de que esos mentados resultados que presente el día de las elecciones por la noche sean verídicos y no sean cambiados más adelante.
Por la credibilidad, por la seguridad y por el bien de nuestro país así como de nuestra democracia.